La primera vez que fui a pastorear, me gusto, la segunda, ya lo vi un poco más complicado, y la tercera.... vaya follon, Nana sabe que yo no se...
Vaya lío me meto entre controlar a Nana, las ovejas y encontrar el centro del universo en su sitio, si porque de tantas vueltas, llego un momento en el que llegué a desorientarme y no sabía ni donde estaba el jodido olivo...
Allí también estaba Teo, con diez meses tiene unas aptitudes excelentes, y una velocidad increíble, aunque a Eduard le pasó como a mí, o quizás un poco peor, porque al final acabo tropezando con una de las ovejas, y se fue al suelo. Eduard, no te preocupes eso le pasa hasta el mejor pastor especialista en ternasco de Aragón.
Bueno a esperar hasta la próxima.
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