Hace ya unos días, nos juntamos un grupo de amigos para hacer un entreno-comida.
La idea me surgió un día, al ver que me apetecía mucho entrenar con gente, que por distancia no podíamos hacerlo.
La intención era juntarnos gente de 4 provincias distintas de España, y después de valorar varias fechas, encontramos una......que complicado que esta cuadrar fechas en esto del agility¡¡ al final salio una, pero era para 2 meses vista.
Hable con Rubén y Cristina, y se ofrecieron a poner sus instalaciones, Club d´agility Daga en Lleida.
A veces estas cosas se complican (en el buen sentido) solas, y tras pasar los días, al final nos juntamos 16 perros para un entreno, y porque tuvimos que pararlo.
Las pistas fueron montadas por Rubén, que intentó montar secuencias donde encontráramos todo tipo de movimientos, y lo consiguió, lástima que el día anterior llovió, y eso hizo la pista muy resbaladiza, tanto que uno que llevaba una BC roja, se cayó, pero porque lo obligaron......
Todos aprendíamos y buscábamos mejoras en nuestros movimientos, aprovechamos ver las diferentes formas de cada uno entrenando, unos con un estilo, y otros con otro totalmente distinto, en la variedad esta el éxito.
LLego la hora de comer y eso parecía un concurso de gastronomía, llevamos y llevaron de todo, desde caracoles, típicos de la tierra (Lleida), pasando por tortillas, empanadas, carnes, quiché, postres, tartas, hasta café.
El problema llego cuando montamos el jumping, y es que más de uno, y de dos se habían pasado demasiado comiendo, y tuvieron que "rehusar" el hacer la pista.
El jumping fue una prueba de fuego, rápida, larga y técnica.
No todos pudimos hacerla a la primera, se notaba el festival que nos acabábamos de meter, pero así es el AGILITY, aunque haya quién no lo crea así.
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